La casa pasiva, el estándar Passivhaus y los EECN, una convergencia hacia una construcción de calidad

*Publicado en España por Micheel Wassouf – CEO Energiehaus Arquitectos

Quizá no sea tan intrigante como una novela policiaca, pero el acrónimo EECN (edificio energía casi nula) ha cautivado al mundo de la construcción en todo este 2018, dejando aún por descubrir la solución de la película. Mientras tanto, otro actor del escenario, el estándar Passivhaus, está teniendo una presencia cada vez mayor en España.

Promotores públicos y privados, sobre todo del norte del país, están apostando por Passivhaus, viendo la madurez de sus soluciones a nivel internacional y la sencillez del propio protocolo de certificación. Este año se acaban de certificar bajo este sello edificios estratégicos como la torre de Bolueta (bloque más alto Passivhaus en el mundo), el edificio «carrer Nou2» de Girona (primer EnerPhit en uso multiresidencial), o la rehabilitación de un edificio de oficinas en Oviedo.

¿Qué es Passivhaus?

Passivhaus se ha de entender como un protocolo de construcción de edificios de energía casi nula. Se trata de una herramienta útil para los arquitectos, aparejadores e ingenieros para controlar los consumos energéticos y el confort térmico. Desde luego, no es una garantía de calidad de la arquitectura, siendo eso un resultado de varios vectores de compleja relación (urbanismo, historia, funcionalidad, energía etc.). La apuesta ideal de este estándar es conciliar las estrategias pasivas tradicionales de nuestras latitudes (la casa pasiva) con las soluciones avanzadas actuales (high tech). O sea, combinar una buena orientación solar, un diseño sensato de las aberturas, ventilación natural nocturna…, con un muy buen aislamiento térmico, ventanas de alta calidad, control de infiltraciones y ventilación de confort. Solo con tener en cuenta esta convergencia del pasado con el presente se garantiza un edificio de energía casi nula inteligente (EECNI). Esta convergencia necesita arquitectos preparados y con interés real por el vector energético. Passivhaus no es cuestión de delegar el diseño energético a un experto externo… tiene que venir desde el vientre del arquitecto (película del director inglés Peter Greenaway). Desde luego, con la misma intensidad necesita políticos, promotores, arquitectos técnicos, ingenieros, constructoras e instaladores preparados y conscientes de la importancia de la película EECN.

Passivhaus Bolueta/ Bilbao – Promotor Visesa, proyecto/ PH-Design de VArquitectos, foto: VArquitectos

Passivhaus calle Uria/ Oviedo – promotor “Comunidad de propietarios Calle Uría 58”, PH-Design Begoña Viejo, foto: T.Crespo/ Pevida

EnerPhit paso a paso Colegio El Garrofer – promotor: ayuntamiento de Viladecans, proyecto y PH-Design Energiehaus Arquitectos/Berta Pujol, foto M.Wassouf

Tendencias

El banco cantonal de Zúrich publicó recientemente un estudio de mercado conforme el cual las casas pasivas (en Suiza: Minergie) llegan a venderse con un valor superior del 3,5 %, cuando se trata de multiresidenciales y, en el caso de las unifamiliares, el valor superior es del 7 % (ver: https://www.minergie.ch/de/verstehen/uebersicht/). Por este motivo, el banco ofrece intereses más atractivos para promotores que se comprometen con las casas pasivas (ver: Umweltdarlehen zkb). Otros bancos éticos privados empiezan a ofrecer productos parecidos (p.ej. Triodos). Será solo cuestión de tiempo que los bancos españoles copien el ejemplo suizo. Un primer paso en el sector público se hizo por parte del ayuntamiento de Villamediana de Iregua (La Rioja), que incorpora en su Plan General Municipal la obligación de que todos los edificios dotacionales públicos que se construyan en el municipio cumplan el estándar Passivhaus.

A su vez también establece que, en todos los nuevos desarrollos urbanos, el 10% de sus viviendas deberán cumplir el estándar Passivhaus. Para ello, se ha ponderado la edificabilidad de este estándar con un coeficiente que compensa el sobrecoste que puede suponer su ejecución para los promotores de viviendas.

Otra región destacada en apostar por el Passivhaus es Navarra, cuyo gobierno se ha comprometido a construir 600 nuevas viviendas de alquiler en estándar Passivhaus, contribuyendo así a la mitigación de la pobreza energética en la región.

Una promoción del tipo Passivhaus no solo significa un valor añadido a la hora de venta, sino también ofrece a la promotora un posicionamiento privilegiado en la divulgación pública del contexto inmobiliario. Desde luego, debería ir acompañada con el certificado oficial «Passivhaus» (o «EnerPhit» en el caso de rehabilitación), para dar al edificio credibilidad de cara al mercado. Recordamos que promociones tipo Passivhaus empiezan a salir en el mercado no debido a un payback rápido, sino a una garantía de calidad que busca la satisfacción de los usuarios a nivel de confort, acústico y económico (a medio y largo plazo).

El creciente interés de Passivhaus en la vivienda social se refleja también en proyectos europeos de investigación como, por ejemplo, «Dreeam», un proyecto que busca un mejor acceso a la financiación de promociones de esta índole. El proyecto europeo «Revalue» analiza el impacto de la eficiencia energética en la evaluación financiera de promociones residenciales a gran escala. México destaca a nivel internacional por una política coherente de introducción del concepto de eficiencia energética en la construcción, enmarcado desde el 2012 por las «Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación» (NAMA por sus siglas en inglés). Este NAMA tiene la particularidad de ser el primero a nivel internacional en aplicarse en el sector de las viviendas. Desde entonces han ido apareciendo una serie de proyectos nacionales y apoyados por fondos internacionales para la mejora de la eficiencia energética en las viviendas. Varios programas (EcoCasa / NAMA Facility / LAIF / Renta / …) desarrollan mecanismos de ayuda para la construcción de viviendas sostenibles (ver por ejemplo: http://www.ecocasa.gob.mx/Paginas/Inicio.aspx), gestionados por diferentes instituciones, como la banca pública SHF (www.shf.gob.mx). En concreto, el proyecto LAIF tiene como objetivo la realización de una serie de viviendas en México bajo el estándar Casa Pasiva, en diferentes zonas climáticas del país. La realización de estos edificios enviará una señal muy clara a otros países en vías de desarrollo y situados en climas cálidos, utilizando la Casa Pasiva como estrategia comprobada de política de sustentabilidad ecológica, económica y social.

Los prototipos de vivienda designados para entrar en el programa de EcoCasa LAIF se están construyendo por las empresas desarrolladoras más innovadoras de México, ya que forman parte de un proceso de selección abierto entre todos los oferentes del país. Han pasado por un control exhaustivo de expertos nacionales e internacionales durante todas las fases de diseño y ejecución de los proyectos, y se prevé un monitoreo en la fase de ocupación de estas viviendas.

Casas pasivas en Morelia/ México. Morelia tiene un clima muy moderado (Happy climate), que permite la construcción de casas pasivas con cristal simple y sin la necesidad de poner una recuperación de calor, foto M.Wassouf

El futuro

El futuro de la construcción pasiva se puede visitar ya en países centroeuropeos; como es el caso de la «Neue Heimat Tirol» de Austria. Se trata de un promotor público de viviendas en alquiler, que está construyendo bloques de viviendas con un alquiler fijo de 5 euros/m2 mensuales, incluyendo los gastos energéticos y el IVA. Desde luego, se trata de edificios Passivhaus. Así se consiguen ahorros importantes en gastos de gestión. La tarifa plana se está discutiendo actualmente en Centroeuropa. Las últimas tendencias proponen el concepto del «budget», combinando el modelo «tarifa plana» con un incentivo de ahorro. La futura conferencia europea Passivhaus, que se celebrará en Heidelberg en mayo del 2019, nos sorprenderá con más novedades de esta película.

Fuente: www.construmat.com