19 Nov Hacia dónde va el mercado inmobiliario en Chile
En una reciente entrevista publicada por el diario El Mercurio, el gerente general de Reistock.com (empresa de asesoría en inversión inmobiliaria), Sergio Arcos, abordó las transformaciones que está teniendo el mercado inmobiliario chileno. De acuerdo al análisis de la empresa, en los últimos cinco años los valores de las propiedades han aumentado casi en 30% en el Gran Santiago, lo que ha traído como consecuencia un cambio en el perfil de los compradores y un aumento de los llamados multifamily, edificios completos de una empresa que se destinan al arriendo.
“Los inversionistas hormigas serán cada vez más escasos y el arriendo, el común denominador”, afirma el experto. Y agrega que “desde el 2015, cuando vivimos el boom de las personas que encontraron en la compra de inmuebles una inversión segura, con un perfil que iba de entre los 18 y 45 años, con una renta desde los $700 mil, hasta hoy 2019, el inversionista es de 30 a 50 años, con una renta promedio de $2,5 millones, y puede comprar más de un departamento”.
Nuevas leyes
Dentro de los factores que seguirían influyendo en el alza de los valores, la nuevas leyes reguladoras del sector tienen un rol importante.
“Las alzas más próximas en el valor de los inmuebles son básicamente tres, que ya comienzan a impactar. En primer lugar, la Ley de Ductos, que se estima genere un aumento de hasta un 2% en el valor final de los departamentos y que contempla regularización y acceso a ductos de telecomunicación para que los usuarios puedan ser libres de elegir con qué compañías tomar servicios’.
La segunda, dice el experto, ‘es la Ley de Mitigación Urbana o Aporte al Espacio Público, que refiere a que los desarrolladores tendrán dos alternativas para mitigar el impacto de sus obras; es decir, generar acciones en medidas de gestión de tránsito o aportar al espacio público. Con esa ley, los proyectos subirán en promedio en 6%, por lo que esperamos incrementar las ventas antes de noviembre de 2020, que es cuando comienza a regir”.
Por último, este año el Senado aprobó la Ley de Eficiencia Energética, con el fin de aumentar la seguridad energética, reducir emisiones contaminantes y contribuir con el desarrollo sostenible del país, donde la meta es reducir un 3% el consumo energético.‘Esto implica exigencias regulatorias que afectarán directamente al mundo de la construcción. Para poder reducir el consumo, hay que plantear una nueva forma de diseñar y construir las edificaciones. Deberán implementarse tecnologías de climatización, tanto para invierno como para verano, lo que incluye nuevas formas de termopaneles, acondicionamiento de techos y muros perimetrales, e incluso nuevas barreras contra la humedad y el viento. También deben integrarse nuevas programaciones en ascensores, paneles solares u otras formas de ahorro y generación de energía limpia. Lo que sin duda será un gran avance en pro del planeta, que deberá también ser pagado por el cliente final’, cierra el ejecutivo.