Climatización por Radiación
Los sistemas radiativos de climatización se basan en una red de tubos capilares que recorren las superficies internas de los edificios, dándole vida a los materiales a través de la circulación de agua a temperaturas entre los 15ºC y los 30ºC. Estos capilares se instalan en cielos, muros o pisos, activando térmicamente los materiales constructivos, transformándose en superficies vivas que aseguran una calidad ambiental interior insuperable.
De forma similar a la circulación sanguínea en nuestro cuerpo, la red de capilares es capaz de capturar el calor interior del edificio, evacuándolo hacia el exterior a través de un sistema de control que maneja los flujos de calor. Este proceso es además mucho más económico que si se utilizara aire, ya que el agua necesita sólo una milésima parte del volumen para transportar la misma cantidad de calor.
Gracias a la utilización de sistemas radiativos es posible disminuir entre 30 y 40 cm las alturas necesarias para los conductos de ventilación, reduciéndose también el espacio requerido para máquinas y conducciones. Un edificio de 6 pisos puede tener 7 si se aplican sistemas radiativos, manteniendo los mismos volúmenes de habitabilidad